Drogas: Consumo responsable                         

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-MDMA

Esta sustancia había sido descubierta en 1912 y patentada en 1914 por la compañía Merck como vasoconstrictora (según otros como anorexígeno), pero nunca llegó a comercializarse. En los sesenta comienza a usarse como droga psicoactiva y en los setenta aparecen los primeros estudios sobre sus efectos. El perfil actual de utilización de drogas de síntesis parece iniciarse en 1985 o 1986 en Ibiza. Desde este momento su uso se ha asociado a fiestas y músicas electrónicas de tipo Acid, Techno, Dance... Parece ser que, después de un período de popularización asociado a la llamada "Ruta del bakalao", el número de consumidores se ha estabilizado en los últimos años.

Las pastillas se consumen los fines de semana en ambientes festivos y en compañía de amigos. Lo más frecuente es tomar una o más pastillas por noche, hasta el punto que un 25% de los usuarios toman más de 4 pastillas, y simultanearlas con cannabis, alcohol y tabaco. Menos frecuentemente se asocian a cocaína, otras anfetaminas y algo menos a alucinógenos. Esto supone un gran riesgo sanitario que, en muchas ocasiones, es desconocido para los jóvenes.


En general, el creciente éxito de estas sustancias radica en los mitos y creencias erróneas que sobre ellas se tienen, entre las que están:

1. Su presentación atractiva y cómodo uso. Muchos usuarios ni siquiera consideran que el éxtasis sea una droga.

2. La creencia generalizada de su inocuidad.

3. El efecto que produce de autoconfianza, estado de alerta, aumento de la resistencia, mejor rendimiento físico y efecto anorexígeno.

4. La duración de su efecto estimulante sobre el Sistema Nervioso Central.

5. Su relativamente bajo costo y fácil disponibilidad>

Efectos
En términos generales, los efectos de todas estas sustancias son similares y directamente relacionados con la dosis, frecuencia del uso y vía de administración. Los sujetos consumidores relatan:

Efectos psíquicos

Cambios conductuales como euforia, elevación de la autoestima y desinhibición. Puede producirse confusión, ansiedad o agresividad. La depresión que sobreviene tras su retirada puede ser importante y causar claras inclinaciones suicidas.

Efectos alucinógenos leves. Pueden producir alteraciones del color o de la textura, pero no da lugar a la visión de objetos irreales.

Existe gran confusión en relación a sus posibles efectos afrodisiacos ya que si bien para algunos autores existe dicho efecto, otros incluso postulan que puede producir dificultad para conseguir la erección y la eyaculación.

Efectos autonómicos

Los derivados anfetamínicos de síntesis tienen los mismos efectos simpaticomiméticos que las anfetaminas y suelen dar lugar a una hiperhidrosis, visión borrosa, anorexia y elevación de la presión arterial y taquicardia. Sin embargo, todos estos efectos presentan grandes variaciones interpersonales.

Riesgos
La sobredosificación con estas sustancias produce una situación que puede ser muy grave. Se trata de un cuadro de naturaleza simpática caracterizado por ansiedad, agitación, náuseas, temblores, rigidez muscular, tensión en las mandíbulas, hiperhidrosis y midriasis. En casos graves se produce taquicardia, hipertensión, hipertermia y colapso vascular. La hipertermia es a veces tan intensa que se han descrito casos de muertes por deshidratación. También se han producido convulsiones, arritmias, hemorragias cerebrales secundarias a la hipertensión, rabdomiolisis, coagulación intravascular diseminada (CID), insuficiencia renal, necrosis hepática y coma. Los efectos tóxicos aumentan en presencia de alcohol o con el uso simultáneo de antidepresivos.

Un aspecto fundamental en la génesis del cuadro de sobredosificación, es la composición o naturaleza impredecible de la droga. Para reducir los costes de producción es frecuente que esté "adulterada" con cafeína, analgésicos, antidepresivos, efedrina, antibióticos..., que pueden multiplicar los daños causados al organismo.

Por otra parte, recientes experimentos en animales, ponen de manifiesto la destrucción de neuronas serotoninérgicas en diversas regiones del cerebro. Se postula que el consumo de estas drogas, origina a largo plazo alteraciones de naturaleza psiquiátrica tales como psicosis paranoide o esquizofrenia.