El alcohol es un líquido incoloro, de olor característico, soluble tanto en agua como en grasas; se caracteriza por ser una sustancia psicoactiva, depresora del sistema nervioso central, y con capacidad de causar dependencia.
Se calcula que 1 gramo de alcohol aporta al organismo 7,1 Kcal.; este aporte energético no se acompaña de un aporte nutritivo como minerales, proteínas o vitaminas. El alcohol se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos y en nuestro país su consumo forma parte de nuestros usos y costumbres: es nuestra droga cultural por excelencia, hasta el punto de que el hecho de beber es considerado normal ya que tres cuartas partes de la población española beben de manera esporádica o habitual. Sin embargo, actualmente se está tomando conciencia de que el alcohol es una droga más y de que su consumo no es en absoluto inocuo. |
Hay que tener en cuenta que hay amplias variaciones respecto a la concentración de las bebidas alcohólicas utilizadas en diferentes países. En el informe Alcohol y atención primaria de la salud (OMS, 2008), se indica que la cerveza contendrá entre el 2 % y el 5 % de alcohol puro, los vinos contendrán entre el 10,5 y el 18,9 %, los licores variaban entre el 24,3 % y el 90 %, y la sidra entre el 1,1 % y el 17 %.
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El principal componente de cualquier bebida alcohólica es el etanol o alcohol etílico (en química simbolizado como CH3CH2OH). El origen del etanol tuvo lugar hace ya muchos años gracias a la fermentación anaeróbica, sin oxígeno, en una disolución de azúcares con levaduras.
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